lo escrito

sábado, 24 de marzo de 2018

discontinuidades de facto



Éstas son las palabras que leí ayer en el acto de la escuela por el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. El acto en sí mostró algunas de las tensiones que circulan por espejo social que es la escuela pública. Luego de estas palabras y la proyección de los primeros diez minutos de La noche de los lápices, hubo una intervención de otro docente habilitada por prácticas machistas que intentó meter en el juego a la teoría de los dos demonios, y que se fué de mambo cuando se la intentó bajar a nuestra realidad en la escuela. Cuando digo prácticas machistas digo habilitar la voz de un hombre sin los mismos requisitos que tienen que tener las voces que hablan en un acto oficial escolar. Antes de cada acto, l@s profes nos inscribimos en un libro de circulares para colaborar en diferentes partes. En mi caso, que me anoté para las palabras alusivas, también es un requisito que estas palabras se presenten con anticipación al rector, para que pueda revisarlas. Así que las leímos en rectoría, y también con los aportes de la secretaria y la asesora pedagógica de la escuela, revisamos el contenido. Como a la mañana misma del acto no se había inscripto nadie para el número, propuse pasar la secuencia inicial de La noche..., la de la asamblea de la Coordinadora de Centros de Estudiantes de La Plata, donde se decide una movilización para presentar una nota pidiendo por el Boleto Estudiantil, y debatir con l@s estudiantes acerca de la escena y el tiempo en el que se producia. Ahora, unos minutos antes del acto, me acerco a la compañera que coordinaba, para ver cuando me tocaba intervenir y veo que, en lápiz, está escrito el nombre del profesor de historia, "cerrando". Lo que pasó a continuación ...es material para otro posteo. 
Gracias a María Laura, Julián, Leandro, que fueron mis compañer@s de equipo en el profesorado (el texto original puede encontrarse aquí). Y a l@s estudiantes que se animaron a aportar al debate con preguntas y respuestas, especialmente a Juan y a Patricio.



El 24 de marzo de 1976 se produjo el golpe de estado que sacó de la presidencia a Isabel Perón y se inició una dictadura que se prolongó hasta 1983.

      Ustedes nunca vivieron en una dictadura. En una dictadura tu mamá te dice que no cantes canciones por la calle, porque hay canciones peligrosas. En una dictadura, tu papá llega del negocio y comenta que al repartidor lo acribillaron en su camioneta porque se le paró enfrente del destacamento de La Tablada. En el diario, dicen que fue un "enfrentamiento". En una dictadura hay un mundial de futbol que todos miran. Los chicos van a la primaria y toman distancia, los jóvenes van a la secundaria, con el pelo corto o con pollera, y cantan el himno nacional. Argentina sale campeón en el Mundial. Los estudiantes secundarios salen a reclamar el boleto estudiantil y los trabajadores a hacer el Cordobazo. En Puerto Santa Cruz, a los niños de la primaria los hacen formar en fila para darle un beso a Videla. Todo esto pasa en una dictadura, mientras las personas viven sus vidas.
      Hay algo que falta, en una dictadura. Todo parece normal, inclusive lo que no es normal. Hay una normalidad de mentira. Hay un estado de excepción. No hay garantías constitucionales. Todos los derechos que nuestra constitución garantiza, desaparecen.

      Los estudiantes de secundaria desaparecen, los y las trabajadoras desaparecen. El futuro del país se decide en otro lado.

      Cuando estudié el profesorado, lo hice en la UTN, la Universidad Tecnológica Nacional. Hace muchos años que nació la UTN, pero cuando se fundó se llamaba Universidad Obrera Nacional. Fue en el primer gobierno de Perón, cuando el movimiento obrero logró acceder a la educación universitaria. Una de las innovaciones de la UON eran sus horarios flexibles de cursada, podías trabajar y estudiar al mismo tiempo. ¿Por qué cuento esto? Una de mis profes, Marilú, la de Historia, nos pidió hacer una investigación sobre las discontinuidades en la democracia argentina. Nos preguntó ¿Cuántos gobiernos democráticos y de facto tuvimos? ¿Cuántas presidencias democráticas pudieron completar sus mandatos? ¿Cuántos gobiernos de facto tuvimos? ¿Cómo terminaron?

      Porque hoy conmemoramos la fecha de inicio de la última dictadura, pero hubo unas cuantas más antes. La del ’76 no fue la primera. Cuando pedimos Memoria, Verdad y Justicia lo hacemos para que Nunca Más haya estado de excepción constitucional, para que los chicos y las chicas de las secundarias puedan pensar sus derechos sin que aparezca un auto verde en la puerta de sus casas y se los lleve a ser torturados, y asesinados. Para que las ideas sobre los modelos de país que queremos, que esos chicos y esas chicas, y esa generación querían, se puedan debatir. Para que todos los genocidas que cometieron y colaboraron con esos crímenes reciban su justicia en la cárcel, que es el lugar donde tienen que estar.

      El resultado de ése práctico fue sorprendente, por lo menos para mí, que en mi adolescencia no tuve formación política y que no entendía por qué no podemos acordar qué modelo de país queremos. Les voy a mostrar unos gráficos que hice sobre esa información.

 En éste primer gráfico vemos que pasó en los 102 años de gobiernos desde el primer gobierno de Irigoyen en 1916 hasta este año. Tres partes del tiempo, practicamente, tuvimos gobiernos electos en el poder. Ésto parece bastante bueno.
 Ahora, ¿Cuántos gobiernos hubo en estos 102 años que hayan accedido al poder por el voto popular? Apenitas sobre la mitad.
De esas 19 presidencias que accedieron al poder legitimadas por el voto popular, hasta ahora solamente 9 pudieron completar su mandato.

Además... ¿cómo fueron las elecciones en cada caso? Década Infame, voto femenino solamente a partir de 1952 (la mitad del padrón actual excluída), proscripción de una de las principales fuerzas políticas desde el '55 hasta el '72...
 








      Entonces, vuelvo a preguntarnos, ¿cómo queremos que sea nuestro pueblo, El Chaltén?, ¿cómo queremos que sea nuestra patria?

      Si puedo aconsejarles algo, les pido que construyan su memoria. Lean, infórmense, miren La historia oficial, La noche de los lápices. Los primeros minutos de La noche de los lápices es una asamblea de la coordinadora de Centros de Estudiantes de La Plata. ¿Qué se discutía, qué país querían? Miren Los traidores, de Raymundo Gleyzer, sobre la burocracia sindical. Algunas películas viejas son muy modernas.

      Construyamos memoria. Exijamos verdad y justicia parándonos sobre tierra firme. Construyamos nuestra Democracia.

Gracias.

1 comentario:

Barbara Din Art dijo...

Muy bueno. Gracias por este post lleno de datos, e invitación a la reflexión.