lo escrito

sábado, 27 de septiembre de 2008

taiko: introducción al arte de la percusión japonesa


Como ya lo habían anunciado en el blog de Medetaiko allá por la fecha de los festejos del Centenario, Editorial Kaicron publicó el libro de Christian Tesei, "Taiko: Introducción al arte de la percusión japonesa", con prólogo de Mónica Higa.
Pero entre una cosa y la otra, todavía no había tenido tiempo de sentarme y escribir una reseña como la gente, aunque no sea de ciencia ficción. En resumen, lo leí de un tirón y aprendí unas cuantas cosas que no sabía de la cuestión taikeril.

Para poner las cosas en perspectiva, el único libro que había encontrado publicado hasta ahora con material sobre la práctica del taiko y los conceptos culturales que refleja era "The way of Taiko", de Heidi Varian con prólogo de Seiichi Tanaka, que solamente está publicado en inglés. Después, hay algunos ensayos sobre el tema (por ejemplo, "Of Roots and Race: Discourses of Body and Place in Japanese Taiko Drumming", de Shawn Bender), pero no mucho más que la información disponible en los sitios web dedicados a la actividad, casi todos en inglés.

Entonces, poder brindar acceso a este tipo de información en castellano es el primer punto valioso del libro de Christian (integrante o ex-integrante de la mayor parte de las agrupaciones taikeriles de la Argentina), pero no es el único. El libro está estructurado de manera clara y los contenidos se encuentran muy bien explicados, a pesar de algunos descuídos de edición que no dificultan la lectura para nada.

Un breve resumen tomado de la página de la Editorial:

Editorial: Kaicron
Género: Tambores japoneses
Título: Taiko. Introducción al arte de la percusión japonesa.
Autor: Christian Tesei
Prólogo: Mónica Higa
ISBN: 978-987-23841-4-2
Páginas: 164
Precio: $42

El Taiko, literalmente “gran tambor” en japonés, ha cumplido un importante papel en el chamanismo, en el teatro y otras manifestaciones escénicas populares que de alguna forma en el shintoismo no dejan de ser una manera de religiosidad. Considerado alguna vez la voz de Buda, de uso festivo, militar y político-social, el taiko tiene un rol central en la mitología e historia japonesa.
(...)

El libro comienza con una introducción definiendo qué es Taiko y delineando sus usos religiosos, festivos, militares y político-sociales en la tradición cultural japonesa, inscribiendo luego al taiko dentro de la mitología japonesa (el ocultamiento de Amaterasu y su reaparición, provocada por el tambor improvisado de Ame-no-Uzume -la gente de Portland Taiko tiene una versión muy divertida de esta leyenda, por no mencionar la de Kodõ y Tamasaburo Bandõ y Raijin, el dios del trueno).

El capítulo siguiente detalla los diferentes usos del taiko a través de la historia japonesa, pasando por los diferentes períodos. Otro de los aciertos del libro es el uso de las ilustraciones con guías de referencia, mostrando referencias históricas sobre los tambores, instrumentos, posturas y su utilización en diferentes expresiones artísticas desde la prehistoria japonesa hasta el día de hoy. Hay algunas fallas en la edición del libro que deberían corregirse en una posterior edición, como el cruce de algunos nombres o alguna sección que ha quedado en blanco en este capítulo. Creo que la más divertida que encontré es la descripción del teatro de títeres Bunraku como teatro de... mascotas (bueno, mascotas, marionetas... en fin, todo empieza con ma, jé!).

El tercer capítulo está dedicado al taiko como instrumento, los diferentes
tipos de tambor, sus partes y otros instrumentos que suelen acompañar a los tambores (narimono), así como la descripción de indumentaria, bases de apoyo, técnicas de construcción, materiales utilizados y un paneo sobre los fabricantes actuales (Christian fabrica tambores, así que de eso también puede hablar bastante).

El capítulo que a mi me pareció más interesante del libro es el cuarto, un análisis del taiko como disciplina, describiendo la práctica, aspectos musicales y de preparación física, los estilos más conocidos y las posturas asociadas a ellos y al tipo de tambor donde se ejecutan. El capítulo cierra con la descripción de dos estilos de danza en el que se utilizan taikos: oni daiko y eisaa, aunque ya antes (creo que en el capítulo de mitología se había hablado de la shi shi mai, la danza del león).
El capítulo siguiente está dedicado al desarrollo de la actividad en la Argentina, cómo fueron sus inicios y las diferentes agrupaciones que la practican actualmente por estas latitudes y longitudes, tanto de kumi-daiko como eisaa. Otro de los puntos valiosos del libro, ya que esta información enmarca nuestra actividad en un contexto, y presenta las cuestiones que el autor sostiene deberían recibir mayor atención (coincido con su opinión acerca de la necesidad de más información acerca de la tradición original y las formas tradicionales de entrenamiento) y los enlaces con otros países de la región que también desarrollan la actividad.

Cierra el libro un breve capítulo con algunas otras referencias acerca de porqué practicar taiko y la conclusión del autor sobre esta actividad. Personalmente, eso de usar un artículo de Discovery Salud del 2001 como referencia... esteeem... bueno, creo que demuestra claramente lo limitados que estamos en las fuentes de información sobre el tema, pero eso podría ser material para otro post.

Más allá de los problemas de edición, que espero se puedan corregir en posteriores ediciones, el libro es material de interés no solamente para los que se inician en la actividad, sino también para los que ya están en eso hace un tiempito y tienen ganas de curiosear su historia, usos y orígenes. Sospecho que también puede resultar de interés para los que practiquen otras formas de percusión, pero quién sabe.

Así que muchas gracias Christian por compartir tu conocimiento y tus ideas sobre el taiko a través de este libro. Quizás pueda sonar un tanto extraño, dada las repercusiones post-publicación, pero creo que un acto creativo como este tiene que ser valorado fuera de intereses personales y en la medida de su aporte a la enseñanza de la actividad, que creo que es un aporte bastante grande. Al resto de las cuestiones, el tiempo les dará su justa proporción, espero.



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PD: Bater, mensaje recibido sobre los feeds, es que esto de mandar todo el texto del post a volar por ahí me causaba como un cargo de conciencia bandwidhteano :)

domingo, 14 de septiembre de 2008

devendra banhart

Para fans de Natalie Portman y bollywood...



Ya me había olvidado de los videos de este sujeto... impresionante:

Don't look back in anger
, versión stop motion empapelado.
"London, London" by Cibelle, steampunk del bueno, buscando platos voladores en el cielo londinense.

Via Beyond the beyond, el blog de Bruce Sterling.

sábado, 13 de septiembre de 2008

de japoneses, vietnamitas, aztecas y robots

Y todo en un radio de kilómetro y medio cuadrado, en la bonita ciudad de San José de California. A saber:

a. San José Taiko tocando en el Aki Matsuri (Festival del Otoño) de una iglesia metodista de la zona. Hay filmación casera, ya la bajaré. Por ahora solamente va un videíto afanado de youtube, no sé si a alguien le suena de algún lado:



(y ya que estamos, este otro está impresionante, tb, de San Francisco Taiko)



b. No se sabe porqué, pero había en la plaza de San José un escenario con una pequeña niñita vietnamita cantando que era una ternurita. Gran festejo gran, pero demasiada gente de verde fajina camouflaje dando vuelta y picamos en punta.

c. Aztecas emplumados bailando en círculo, sobre una plazoleta adjunta a la anteriormente mencionada plaza, rodeados por un círculo de flores, con dos tambores y unos cuantos cuencos de incienso en el medio. Según informante local (amable caballero de sombrero con más cosas colgadas que no se qué), se trataría de un festejo relacionado con la luna llena, el día de los muertos y vaya a saber una qué otra cosa. El grupo de bailarines vendría del DF.

Acá hay un videíto que parece bastante documental, aunque la calidad es pésima, ya subiré el mío.



El amable caballero también me informó si quería conseguir novio tenia que salir con las boleadoras listas, comer mucha achura (parece que los mejicanos le dicen 'menudo' a los de vaca también) y sopa de gallina con mucho tequila. Bueno, es un plan. Por las dudas anoto.

Ahora, rebuscando un poco por ahí, me entero que el tambor se llama huehuetl. Una fotico de muestra.









d. Y los robots. Muestra de arte relacionada con robots, androides y bichos raros de esos que andan por ahí, en el museo de arte de San José.

Algunos videos relacionados con la exhibición pueden verse por aquí:




Sobre todo me llamaron la atención un par de dibujos de un artista llamado Eric Feng, una mezcla de trazos con muchas dimensiones. Qué se yo. Vayan y miren, el sitio es medio raro para navegar, pero denle a los puntitos y sigan las flechas.