Lamento la negativa del CAP a poner el número de terrenos sobre la mesa pero, sobre todo, lamento el motivo que adujeron. El pueblo de El Chaltén no se va a pelear por 20, 30 o 40 terrenos. El pueblo es solidario. Queremos que se planifique el crecimiento. Tenemos que pensar a largo plazo y actuar ahora en base a un plan claro.
También aprovecho para agradecer a las familias y amig@s que en un momento o en otro, me dieron una mano y me dejaron habitar sus lugares: Marina y Merlin, Flor y Lucas, Ana y Leo, Mónica y Gabriel. Y a los super carpinteros que en dos meses y medio hicieron aparecer una cabañita de la nada. Gracias.
¡Ah! Y todo esto... es político, profundamente político. No nos confundamos.)
Foto: Vecinos Unidos de El Chaltén |
Mi nombre es Laura [...], soy
originaria de Buenos Aires, y vivo en El Chaltén desde el 2009. Voy a hacer un
resumen de mi historia personal, que no es original, es la de muchas personas: Cuando
llegué, vivía en el depósito de la agencia en la que trabajaba. Ése invierno,
una familia amiga me prestó su casa y en la primavera encontré una cabañita
para vivir y desarrollar mi actividad comercial. En 2011 empecé a trabajar como
docente. La cabaña se inundaba cada vez que llovía hasta que pude enchaparla. A
los dueños no parecía importarles mucho. No tenía ventilación en la planta
alta, pero tenía contrato de alquiler. En febrero del año pasado me avisaron
que no iban a volver a renovar el contrato, porque la iban a transformar en un
alojamiento turístico o vender. Busqué, pero no encontré, una casa donde vivir
dignamente y no tener que dejar más de la mitad del sueldo en alquiler. Muchos
propietarios calculan el valor del alquiler como lo que puede pagar una pareja
con dos trabajos.
Decidí construir una cabaña
móvil, y una compañera de la escuela, otra familia amiga, me prestó una esquina de su terreno. A
fines de octubre me pude mudar.
Lo que no incluí en el relato
son las peregrinaciones al Consejo Agrario, las reuniones con sucesivos
Presidentes y Vocales, las notas y documentación enviadas continuamente. En
2010 la Directora Arbilla me dijo que el proyecto que yo quería presentar no era
lo que el pueblo estaba necesitando, así que lo modifiqué. En 2012, cuando vino
el Director Cárcamo en el invierno pude abrir el expediente de pedido de
tierras. Así que me emocioné cuando, en uno de los viajes a Gallegos en 2015,
ví que mi carpeta tenía un papelito verde prendido con el texto “Separar para
entregar terreno”. Pero llegó la última entrega antes de la Municipalización y
éso no pasó. Y todo lo que es Tierras se puso en pausa, aunque vemos que cada
tanto aparece algún alambrado nuevo.
En acciones concretas, lo que
pido a las autoridades es la consideración de los siguientes puntos:
1.
Los
alojamientos para el personal de temporada deben ser revisados para que cumplan
condiciones dignas de habitabilidad e inspeccionados anualmente.
2.
Las
viviendas destinadas a alquiler permanente también deben ser inspeccionadas. La
Municipalidad debiera contar con un ente que regule y controle estos contratos.
Pensemos que en muchas de las construcciones más precarias viven familias con
niños ¿tenemos que esperar que haya otro accidente que cueste vidas por los
problemas de calefacción y aireación de las casas?
3.
Sabemos
que el pueblo de El Chaltén va a crecer. Tenemos que hacerlo con planificación
y reglas claras de adjudicación de tierras para promover el desarrollo comunitario.
El Consejo Agrario debe transferir la documentación a la Municipalidad y la
Municipalidad debe acordar con los y las propietarias de las tierras lindantes
al ejido actual: Parques Nacionales y Estancias. Debe revisarse la venta de las
tierras aledañas a la propiedad de la familia Madsen. Por otro lado ¿Qué pasa
con los terraplenes que se encuentran del otro lado del rio Fitz Roy, detrás de
Vialidad Nacional?
4.
Sabemos
que a los intereses privados se les hace agua la boca cuando piensan en
aumentar sus propiedades aquí en el pueblo, o en “otros pueblos”. Es necesaria
una regulación de la cantidad de tierra que individuos, empresas o socios de
ellas pueden poseer para evitar la concentración.
5.
Lo
mismo con la especulación inmobiliaria. La tierra para quien la habita y
desarrolla la comunidad, ya sea desde los sectores de infraestructura o de
industria turística. Implementar trabas a la venta o transferencia de los
terrenos adjudicados para vivienda o uso mixto.
6.
Asegurar
que las organizaciones de desarrollo social, cultural y deportivo de la
comunidad tengan un lugar central en la planificación. Hoy todas las fuerzas de
seguridad y hasta el Banco Santa Cruz cuentan con terrenos, la única fuerza que
realizó una construcción es Prefectura (les quedó linda). Los terrenos del
Banco Santa Cruz, Gendarmería y Ejército Argentino deben ser re-adjudicados. Es
una vergüenza que continúen aspirando a terrenos sin haber puesto un ladrillo
en todos estos años. A futuro, ésto se
puede rever.
7.
Siempre
pienso que no hay que desarmar lo que ya se construyó y funciona. La Agrupación
Gaucha y las áreas de Reserva Urbana, no deben ser tenidas en cuenta como
futuras áreas a construir. También, la Biblioteca Popular Mujer Pionera
necesita definiciones sobre su espacio. Y el pueblo necesita espacio para que
se desarrollen nuevas organizaciones culturales.
8.
El
edificio del Secundario y del Jardín. Los necesitamos ya. Los y las estudiantes
necesitan el espacio, la escuela necesita el espacio. Y esto es solamente una
parte de la infraestructura que necesita la comunidad para desarrollarse… desde
las cisternas de agua de SP que no dan abasto, pasando por una provisión de
energía contaminante en ruido y gases y que depende de la transitabilidad de la
ruta, el manejo de los residuos y hasta el Puesto Sanitario que todavía no
cuenta con un pediatra (o una pediatra). Tantas cosas que muestran que necesitamos pensarnos y
tomar decisiones a largo plazo desde nuestra localidad. Es hora.
Ya
en el ´92 le dijeron a Anabel de La Choco que no había tierras en el pueblo. Yo
miro alrededor y veo valles y estepa sin uso real. ¿Es necesario dañar el
bosque? ¿Es necesario construir unos sobre los otros, cada vez más amontonados
y peleados? ¿Que cada vecino se deba erigir en árbitro de quien se “merece” un
terreno y quién no?
Desde
el Preámbulo de nuestra Constitución se habla de “promover el bienestar
general”. Sin planificación y reglas claras, sabemos que se generan conflictos
entre vecinos. El Artículo 14 bis también declara que es responsabilidad del
Estado garantizar el acceso a una vivienda digna.
Espero
que, después de los testimonios que se escuchan hoy, se tome conciencia real de
lo que necesitamos para el desarrollo de nuestro pueblo. Y se actúe. Gracias.
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