lo escrito

viernes, 22 de enero de 2010

esperanza de arcoiris (Kuro, 2005-2010)

una va caminado por una calle con la lluvia en la espalda y el sol se abre de costado, allá arriba, como quien no quiere la cosa, entre capas y capas de nubes que se van corriendo.

una pared de piedra baja de ese lado y del otro, también.
por alguna de esas cosas una se da vuelta para mirar qué es lo que el sol está mirando, que por algo se asomará, y se encuentra con un arcoiris.
un arcoiris pequeñito, no vaya a creer.
pero el arcoiris empieza en otra pared de roca, roja, gris y verde ñire, verde pasto patagónico después de una noche de lluvia. y termina desde donde una salió, masomenos, digamos.
y una piensa que en un planeta donde puede pasar eso, que el sol salga y simplemente porque esté lloviendo, algo que una puede considerar tan hermoso se forme ahí (y aquí recordamos otros arcos, otros ríos, y los cerezos en flor), a espaldas de una, es un planeta bastante pasable.
sobre todo cuando lo que una venía pensando venía de pérdidas y de tajitos en el alma y de como seguir cuando alguien que una ama se va y no vuelve (igual que la autora de la canción, hablo de mi gata) y del vacío.
bueno, la Kuro era del color del vacío, chiquita azabache de pelo corto y lustroso, con algún antepasado siamés que le había legado una belleza natural que todos admirábamos. una chiquita asustadiza, que cuando se enojaba caminaba como un cowboy en una de esas del oeste, sacando pecho.  una ridiculez absoluta que me hacía reir mucho.
vino del oeste, pequeñita: tuve miedo que en el viaje se hubiera asfixiado, porque los primeros tiempos parecia estar en shock y no hablaba.
creció una gata amable, cariñosita, siempre asustadiza. y, una vez, cuando estuve muy, muy, muy mal, me salvó. buscando una explicación al porqué de un final tan idiota, lo único que se me ocurre es que fué una gata tan, tan, pero tan bonita que su nueva dueña no pudo esperar más y se la llevó. culpa mía por presentársela a destiempo.
también, algo que venía pensando ya hace un tiempo, medio que se me confirma, mientras la búsqueda de una explicación me vuelve, angustiante.
la primer pregunta, allá lejos y hace tiempo, debe haber sido ¿porqué?
el arcoiris no responde nada, claro, o masomenos sí.
chiquitita, cómo te voy a extrañar.

5 comentarios:

Barbara Din Art dijo...

Decir cosas en estas circunstancias es complicado y no sé si beneficioso. Pero al menos me sumo a los extrañadores de Kuro, que fue un animalito especial y hermoso.

chalten dijo...

gracias Barb!

Andrea Camilleri dijo...

Aquí estamos Lau... Abrazotee !!!

Té Verde dijo...

¡Qué pena me da!

Y como vos no tengo respuestas. Es así este planeta de arco iris. Al menos, así fue y es. Mañana no sé, tal vez cambie.

Ánimo.

Te mando un fuerte abrazo y mis camaradas acaban de entrar para mandar unos maullidos y decir...
"El planeta sigue girando, revisá si hay comida en nuestros platos..."

chalten dijo...

gracias Andre y Ale, un abrazo!