lo escrito

lunes, 2 de mayo de 2011

...para dejar correr el tiempo

Qué celebran las Whileawayanas

La luna llena.
El solsticio de invierno. (Tú no has vivido si no nos has visto correr por ahí, golpeando cacharros y gritando «¡Vuelve, Sol! ¡Maldita sea, vuelve! ¡Vuelve!»)
El solsticio de verano (bastante distinto).
El equinoccio otoñal.
El equinoccio primaveral.
El florecimiento de los árboles.
El florecimiento de los arbustos.
Plantar semillas.
La cópula feliz.
La cópula infeliz.
La añoranza.
Las bromas.
La caída de la hoja (donde es decidua).
La compra de zapatos nuevos.
El estreno de éstos.
Los nacimientos.
La contemplación de obras de arte.
Los matrimonios.
Los deportes.
Los divorcios.
Cualquier cosa.
Nada.
Las grandes ideas.
La muerte.

Debo haber leído "El hombre hembra" alrededor de los 18, seguramente comprado en alguna librería de Corrientes durante una incursión a Buenos Aires. Lo leí muchas veces, porque no lo entendía. Es un libro que mueve. Tengo tres amigos a los que este libro les gustó; la mayor parte de mis otros amigos que lo han leído ponen cara de dolor cuando hablamos de él. Creo que no tengo amigas cienciaficcioneras a las que este libro no les sea especialmente significativo.
Ahora tengo la mayor parte de mis libros en cajas, y no todos están cerca. Pero cuando tuve que elegir esos que necesitaba ver, necesitaba tener al alcance de la mano, por si acaso, en la lista estaba la edición de Ultramar de El Hombre Hembra, de doña Johanna Russ (que se nos fué el sábado pasado, mientras yo volvía de una visita a Whileaway). Y acá lo tengo cerquita, con su experimentación de forma y contenido. CF de la buena, de esa que te estropea el bocho para siempre.

Y una imagen que siempre recuerdo, no se porqué:

-¿Cómo se peinan las mujeres de Whileaway?
J: Se cortan el pelo con una concha de almeja.

Las chicas en Whileaway se dejan el pelo largo, para dejar pasar el tiempo.

2 comentarios:

jb dijo...

«¡Vuelve, Sol! ¡Maldita sea, vuelve! ¡Vuelve!»

chalten dijo...

y me las imagino, corriendo enojadas por el bosque y dándole a las cacerolas... totalmente intoxicadas con algo, claro (busque por ahí la anécdota sobre la wicked ex en makinglight, todo un personaje la doña) beso!