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miércoles, 27 de mayo de 2009

arrufat, shock doctrine y otras historias

Una nota de Naomi Klein y Avi Lewis, con un título interesante: "La cura para los despidos: Hechar al jefe", menciona varios ejemplos de mantenimiento de fuentes de trabajo por los empleados y uno de ellos es el caso de Arrufat, del cual yo no sabía nada.

"(...)
Arrufat, una chocolatería con 50 años de historia, fué cerrada abruptamente el año pasado. 30 empleados ocuparon la fabrica y, a pesar de una gran deuda dejada por los propietarios anteriores, han estado produciendo chocolate a la luz del día, usando generadores.

Con un préstamo de menos de $5.000 (L: asumo que dólares) de The Working World, un fondo de capitales/ONG iniciada por un admirador de The Take, fueron capaces de producir 17.000 huevos de pascua para su fin de semana más importante en el año. Tuvieron una ganancia de $75.000, y cada uno se llevó a su casa $1.000, manteniendo el resto para la producción futura.

(...)"

La nota completa (en inglishhh) en http://www.naomiklein.org/articles/2009/05/cure-layoffs-fire-boss

Otra cosa interesante relacionada con esto es que el último libro de Klein (La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre) fué anunciado como el ganador del primer premio Warwick, donde el tema de este año es la complejidad. Me resultó llamativa la mezcla que hace este premio de diferentes géneros y de los jurados que participaron en la selección. China Miéville está entre ellos, por ejemplo, pero también una periodista, un matemático, un blogger y otro novelista.

Y Miéville comenta, sobre el proceso de desición:

"(...)
Of course, that could mean anything and nothing, but because it's a prize that's deliberately interdisciplinary and 'inter-formal', you do end up picking up a sort of gestalt of the set of concerns that are flying around in the zeitgeist, and the different but overlapping ways it gets expressed.

A lot of people were very sceptical, asking how you can possibly compare, say, poetry and science writing, like apples and oranges. But actually it was very interesting to see how so many writers on the shortlist were thinking about political corruption and corporate greed. It would be ludicrous to say 'I now know where the moving edge of literature is', but I think we have been left with a sense of how people are striving to push writing forward. At the risk of sounding very woolly, it was very liberating just to throw all these books in the air and consider them first of all as writing."

On this year's shortlist, Miéville added that Klein's book scored outstandingly – in a strong field – for the chord it struck with this year's theme. "We kept coming back to the Klein book not just for its prescience and passion, but because of the 'systematicity' with which it builds a very sophisticated argument into a book that is both accessible and – odd though it sounds of such an angry work – beautiful.
(...)"

Varios de los títulos finalistas van a parar a mi lista de "cosas que quiero leer algún día", "Mad, Bad and Sad", un estudio sobre las mujeres y las enfermedades mentales, de Lisa Appignanesi. De Alex Ross "The Rest is Noise" sobre la historia de la música en el siglo 20. De Stuart A Kauffman, "Reinventing the Sacred". Habrá que investigar.

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