domingo, 17 de septiembre de 2006
Bailando sobre las mesas
Ultimamente andaba con ganas de salir a bailotear un rato, y pensaba acerca del tema este del baile. Me puse a buscar por ahí un poco de material al respecto, youtube tiene unos cuantos videos interesantes y, bueno, todo eso.
Bailar y hablar (como pensar y flotar) tienen algunos puntos en común, pero como las palabras no salen, mejor paso los links y me dejo de jorobar.
Bailando en los '50, un musical (USA): Once upon a honeymoon
Dance 2 Trance: PAN
Taichi en Turkia: When i was in Turkey (gaiataichi)
Otro de gaiataichi: Feel the fire
Derviche (uno): Video desde el Nilo
Una chacarera: Medio apurada, pero bue.
All in the mind (en inglés): The dancing mind
La diosa de los mil brazos (Bali): Kwanyin
Kali Dance: India, Kathak (subtitulada)
Kazuo Ono (Butoh, Japón): La Argentina
Butoh: Documental (Shibusawa/Hijikata)
De la guarda: Villa Villa en Japonés
Tango salón: 4tos de final del mundial de tango
Dance Portfolio: Colección de fotos en video (música horrenda)
Fotos: Cortesía de Flickr
De "Among School Children", William Butler Yeats
Labour is blossoming or dancing where
The body is not bruised to pleasure soul.
Nor beauty born out of its own despair,
Nor blear-eyed wisdom out of midnight oil.
O chestnut-tree, great-rooted blossomer,
Are you the leaf, the blossom or the bole?
O body swayed to music, O brightening glance,
How can we know the dancer from the dance?
La canción es la misma, la que estuviste bailando tantas veces en tu casa, en tu pieza, agarrado a la escoba, agarrado a la toalla, o a tu chica. Pero ahora estan ahí, y la música te hermana con una marea humana que fluye y refluye a tu alrededor, respira y para, un roce de la chica esa que tiene un topcito rosa, o al menos lo tenía hasta hace un rato. Ya no te interesa qué tiene puesto, pero sus curvas resuenan contra tu piel una y otra vez, y a veces pensás si no está haciendolo a propósito; y otras veces es tu piel la que resuena frente al que está bailando adelante, y sabés que no podés evitarlo.
Y otras veces son tus pensamientos. Esas veces, el silencio te rodea y todo sucede en tu interior. Pero el estímulo externo en la piel no se acalla, te sentís uno solo con los otros, bailando, y pensás que seguirías con este ritmo por toda la eternidad. Mientras te dé la respiración, y tu cuerpo es el que sigue la discusión y vos ya no formás parte, sos solamente un testigo que baila, transpira, respira y siente y siente y toca y roza.
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